Una serie de anotaciones sin conexión entre sí. Simplemente, cosas que me han llamado la atención.
Por ejemplo, la escasez total y absoluta de chinchetas.
Es una tontería, pero en la residencia está prohibido poner nada en las paredes, a menos que lo hagas en el corcho que proporcionan. Como la habitación es bastante sosa, es lógico que quieras "vestirla" un poco. Yo estaba deseando poner en algo en el corcho, pero me encuentro con que en la habitación sólo hay once chinchetas. De las cuales, cinco tuve que gastarlas en papeles relativamente inportantes que coloqué en el corcho lateral (el que menos me queda a la vista). Eran papeles sobre cómo funcionan las duchas y a dónde a que ir en caso de incendio, qué hay que hacer... De las otras seis chinchetas restantes, cinco estaban empotradas en el corcho. De hecho, yo creo que el de la habitación de al lado las estaba utilizando de escarpias.
Quedaba una chincheta.
Una chincheta en toda la ciudad. Si esto fuera un juego de ordenador, al posar el ratón sobre el nombre de "Exeter" aparecería un cuadro diciéndo "Carestía de chinchetas".
Me lancé a la calle a buscar papelerías en las que vendieran una caja de chinchetas, tachuelas o como las quieran llamar. Las encontré cuatro días después, en una tienda extra-super cara. Una especia de "delicatessen" de la papelería.
Lástima que para entonces yo ya me hubiera resignado y hubiese utilizado la grapadora. Una pena, porque cuando quiera retirar la decoración de los corhcos (en nueve meses, cuando regrese del destierro) se me romperan los dibujos. A menos que sea muy cuidadosa y consiga sacar las grapas , que no creo.
Algo parecido me sucedió con las perchas pero no voy a entrar en detalles.
Golosinas.
No hay golosinas. Chocolatinas sí, pero golosinas no.
Miento, hay chuches embolsadas en los supermercados. Como las que se ven en los hipermercados de España, que nadie compra porque son muchas de un solo sabor y además todo el mundo sabe que están más duras y saben peor.
Pero las golosinas de toda la vida, a granel, en una caja tras un cristal sobre el que apoyas el dedo, esas no existen.
Me ha bastado saber que es imposible conseguirlas para que me entrara un ansia terrible de "señales" rojas.
Y después de ver la imagen que acabo de subir también me apetecen lenguas y moras. Sniff, sniff.
¡Oh! Y los yogures. Vale, no pido que tengan Danone o la Lechera pero, por Tutatix, no podrían tener algo SIMILAR.
El yogur aquí es: Una mitad (el equivalente a yogur y medio de los nuestros) de una crema amarilla y las otra mitad (como medio yogur normal) de una substancia de la familia del sirope que tienes que mezclar con la crema.
Así que, cuando ayer pensaba que estaba comprando ocho yogures en dos packs de cuatro, en realidad estaba cogiendo dos.
Ahora que venga alguien y me diga que los ingleses no son enrevesados y transversales.