viernes, 14 de marzo de 2008

Ya estaba tardando…

Llevábamos un mes muy tranquilo.

Mañana ¿Hoy?, es el último día de clase antes de las vacaciones de Pascua. Mañana viernes. U hoy. Es un lío esto de escribir a media noche.

Mucha gente, especialmente los italianos, volverán a sus casas el viernes por la noche. Se ve que no pueden esperar para comerse una pizza decente. De modo que esta noche, la del jueves al viernes, es, en cierto modo, la última noche que pasamos todos juntos en la residencia.

¿Habrá que celebrarlo, no?

Y... ¿Qué mejor que una festiva alarma de incendios para animar las cosas?



Lo mejor, más surrealista y delirante ha sido ver cómo iban saliendo los estudiantes.

Con sus calcetines, sus chancletas, los vasos de vodca bien agarrados, cartones de zumo de naranja para seguir haciendo combinados mientras esperábamos, botellas de ron, un bebé en su moisés…

Un momento ¿Qué?

Sí, señores. Entre todo el alcohol y los ingleses festejando, había una chica de veinte años con un bebé.

En una silla como esta


Ingleses borrachos. Bebé. Alarma de incendios... Todo junto, parece una película de Buñuel.

Me voy a la cama. Buenas noches.

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